Una pastora de 14 años llamada Bernadette Soubirous informó haber visto a María aparecer mientras estaba recogiendo leña en el campo. María se identificó a sí misma como "La Inmaculada Concepción" y le dijo a Bernadette sobre la ubicación de un manantial, prometiendo curaciones milagrosas de sus aguas. Desde 1862, más de sesenta curas médicas asociadas con Lourdes han sido certificadas como "milagrosas" por la Iglesia Católica, que estableció su propia Oficina Médica en 1883 para revisar y evaluar las afirmaciones de las curas. Las Apariciones fueron aprobadas el 18 de Enero de 1862.
Jueves 11 de febrero de 1858
Acompañada de su hermana y de una amiga, Bernardita se dirige a la Gruta de Massabielle, al borde del Gave, para recoger leña, ramas secas y pequeños troncos. Mientras se está descalzando para cruzar el arroyo, oye un ruido como de una ráfaga de viento, levanta la cabeza hacia la Gruta: «Vi a une señora vestida de blanco: llevaba un vestido blanco, un velo también de color blanco, un cinturón azul y una rosa amarilla en cada pie.» Hace la señal de la cruz y reza el rosario con la Señora. Terminada la oración, la Señora desaparece de repente.
Domingo 14 febrero de 1858
Bernardita siente una fuerza interior que la empuja a volver a la Gruta a pesar de la prohibición de sus padres. Debido a su insistencia, su madre le da permiso para volver. Después de la primera decena del rosario, Bernardita ve aparecer a la misma Señora. Le echa agua bendita. La Señora sonríe e inclina la cabeza. Terminado el rosario, la Señora desaparece.
Jueves 18 de febrero de 1858
La Señora habla por primera vez. Bernardita le ofrece papel y una pluma y le pide que escriba su nombre. La Señora le dice:
"No es necesario"
y añade:
"No le prometo hacerle feliz en este mundo, sino en el otro. ¿Quiere usted hacerme el favor de venir aquí durante quince días?"
Viernes 19 de febrereo de 1858
Bernardita llega a la Gruta con una vela bendecida y encendida. De aquel gesto nacerá la costumbre de llevar velas para encenderlas ante la Gruta.
Sabado 20 de febrero de 1858
La Señora le ha enseñado una oración personal. Al terminar la visión, una gran tristeza invade a Bernardita.
Domingo 21 de febrero de 1858
Por la mañana temprano la Señora se presenta a Bernardita, a la que acompañan un centenar de personas. Después es interrogada por el comisario de policía Jacomet, que quiere que diga lo que ha visto. Bernardita no habla más que de «Aquero» (aquello).
Martes 23 de febrero de 1858
Rodeada por unas ciento cincuenta personas, Bernardita se dirige hacia la Gruta. La Aparición le comunica un secreto, una confidencia «sólo para ella», pues sólo a ella concierne.
Miercoles 24 de febrero de 1858
Mensaje de la Señora:
"Penitencia! ¡Penitencia! ¡Penitencia! Rece a Dios por los pecadores! Bese la tierra en penitencia por los pecadores!"
Jueves 25 de febrero de 1858
Trescientas personas están allí presentes. Bernardita cuenta: «Me dijo que fuera a beber a la fuente (…). No encontré más que un poco de agua fangosa. Al cuarto intento, conseguí beber; me mandó también que comiera hierba que había cerca de la fuente, luego la visión desapareció y me marché.» Ante la muchedumbre que le comenta: "Sabes que la gente cree que estás loca por hacer tales cosas?"Bernardita sólo contesta. «Es por los pecadores.»
Sabado 27 de febrero de 1858
Hay allí ese día ochocientas personas. La Aparición permanece silenciosa. Bernardita bebe agua del manantial y hace los gestos habituales de penitencia.