Mensaje de la Santísima Virgen María - Domingo 26 de noviembre de 1989
Hijos míos, Jesús le dijo a Pedro: Tú eres una roca y sobre ella construiré a Mi Iglesia.
En cuanto a mí, les digo ahora: ustedes son el corazón en el que Jesús construirá su UNIDAD. A partir de ahora, quiero que recen por la paz hasta la celebración de la Resurrección.
Un mensaje de Jesucristo - Sábado 14 de abril de 1990
Hijos míos, ustedes mismos enseñarán la PALABRA de unidad, amor y fe por generaciones. Estoy contigo. Pero tú, hija Mía, no oirás Mi voz hasta que se unan las vacaciones (Pascua).
Mensaje de la Santísima Virgen (Braaschaatt, Bélgica) - Miércoles 15 de agosto de 1990
Hijos míos, rezad por la paz, especialmente en Oriente, porque todos sois hermanos en Cristo.
Mensaje de Nuestra Señora - Lunes 26 de noviembre de 1990
No temas, hija mía, si te digo que me verás por última vez, hasta que se unan las fiestas (Semana Santa). Por tanto, dile a Mis hijos: ¿Quieren o no ver y recordar las heridas de mi Hijo en ustedes?
Si no les duele ver que tú estás sufriendo dos veces, yo misma soy la Madre y me duele cuando veo a mi Hijo sufrir muchas veces. Quédate en paz, quédate en paz, hija Mía. Ven, deja que ella te dé la paz y la difunda entre la gente. En cuanto al aceite, seguirá manifestándose en tus manos para glorificar a mi Hijo Jesús cuando quiera y donde quiera que vayas. Estamos contigo y con todos los que quieren que la fiesta (Pascua) sea Uno.
Un mensaje dado a Myrna por Jesucristo en Soufanieh, 14 de abril de 2001 a las 14:50
“Hijos Míos, os he dado una señal de Mi gloria. Mantente en tu camino y yo estaré contigo. De lo contrario, cerraré las puertas del cielo de sus rostros. Pero aquí está la Madre sufriente...ella reza...me dice: “¡Oh Señor, Tú eres el amor en toda su plenitud! Y digo: "No te desesperes, Puerta del Cielo, porque los amo y quiero que respondan a este amor dando"
Hijos míos: traten de verse a sí mismos como realmente son y vean el alcance de su fidelidad para lograr la unidad de corazón entre ustedes. Decora con paciencia y sabiduría. Si fallas, no tengas miedo. Permanezca firme en la esperanza. Créeme. No abandonaré a los que hacen Mi voluntad. En cuanto a ti, hija mía, ten cuidado y ármate de Mi gracia. Sea paciente, sabio y humilde. Ofrezca estos dolores con alegría. Te lo dije, tus sufrimientos no durarán mucho. Mírame. Encontrarás paz y descanso. Soy yo quien te fortalece, te desamparo, y soy yo quien te crío para llevarte al gozo del cielo. Permanezcan en oración y ayuno acompañados de meditación y soledad, y escucharán Mi voz en su corazón. Créeme. No te abandonaré a ti, a tu familia, ni a nadie que haya participado contigo en Mi nombre y por Mí”
Un mensaje dado a Myrna por Jesucristo en Soufanieh el 26 de noviembre de 2001
Qué hermosa es la familia, simbolizada por la unidad, el amor y la fe. Su camino es Mi camino y Mi Madre es su apoyo. Hijos míos, me entrego a ustedes. Me complace el acto de adoración, meditación, acción de gracias y guía espiritual. Pero todo está incompleto sin tu unidad en el altar. Te doy Mi Cuerpo y Mi Sangre como prueba de Mi fidelidad y amor. Recibe de mí este sacramento con confianza y fe, porque este sacramento te consuela, te da fuerza y sabiduría, y te multiplica en gracia. Se acercan días difíciles. Confusión en la Iglesia. Quien no disfrute de la verdadera paz, correrá el peligro de la división. No cedas al fracaso, no te preocupes por el juicio de los demás sobre ti, no te defiendas y solo busca lo que tengo preparado para ti. Yo soy quien te cuida porque eres obra de mis manos. Muéstrame tu amor, porque a través del amor camino a tu lado y a través de los sacramentos me uno a ti. Y no olvides que yo soy la causa de tu existencia en la tierra y la causa de tu felicidad en el Cielo.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo - Jueves Santo, 8 de abril de 2004
Esta es la Fuente de la cual cualquier alma puede extinguirse. La herida de mi corazón es la Fuente del Amor. En cuanto a las Heridas, son causadas por los crimenes que no cometí.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo - Sábado Santo, 10 de abril de 2004
Este es mi último mandamiento para ustedes: cada uno de ustedes regrese a casa, pero tenga el Oriente en su corazón. De aquí volvió la luz. Eres su brillo en un mundo seducido por el materialismo, la sensualidad y la fama tanto que casi ha perdido sus valores. En cuanto a ti, mantén tu identidad oriental. No dejes que tu voluntad, tu libertad y tu fe en este Oriente te sean arrebatadas.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo - Jueves Santo, 17 de abril de 2014
Las heridas que han sangrado en esta tierra son las mismas que están en Mi Cuerpo, porque la causa y el autor son los mismos. Pero anímate, su destino es similar al de Judas.
Soufanieh, Damascus, Syria